Me amaste con la dulzura
del ocaso
hoy besas con la sombra
del adios.
Quiero tu sonrisa
con la libertad del viento
pues se que llegarà
el augurio de la calma.
Hoy ya comienzan
mis dìas huerfanos
porque nuestros sueños
han doblado la esquina
del recuerdo
y mis manos bordaràn tu nombre
a la luz del silencio.

Quien apagara las luces
ahora que ya no estàs,
cuando mi corazòn lo cubra
una lluvia de palomas,
cuando en mi jardìn
llore una niña.

Quien amanecera conmigo
cuando el sol asome,
quien se mirarà al espejo
y se acostarà en tus sueños,
quien recordarà tus manos
donde esta gran ausencia

Salen de mis manos
melodìas de lluvia y sol mojado,
me despierto en medio de las rosas
sin entender porquè vivo y amo todavìa.
Y cuando encuentro al fin mi flauta
solo me quedo el latido
de una golondrina en la memoria
sobre las alas del abecedario.

ELENA.
Derechos reservados.

Juntando
los años que faltan
para emprender el vuelo,
bajo el disfràz amargo de los años,
para no oir mas
las manos del viento
atravesando las calles,
y los poemas preparados
con la lluvia de  cada dìa

ELENA
Derechos reservados.

Se dibuja tu rostro
manejando distancias
de la separacion y el encuentro
recuerdos tuyos, de ayer
que quedaron flotando
y que invento
cuando la soledad
se vuelve agresiva
y repito tu nombre,
de cualquier modo
que mañana , tal vez
ya no vuelva a llamar.

ELENA
derechos reservados.

El aroma de los lirios florecidos
me recuedan otras tardes de junio
allà en mi infancia, cuando
la retama se llenaba
del zumbido de las abejas.
y el  caudal fresco del riachuelo
hacìa el verano dulcificarse.

En cada tarde, dibujè tu figura
y lo hago toda vez que escribo de tì.
Estàs lejos de mis manos
ahora empezarà a morir el delicado tiempo
de las rosas
junto al helado aliento del invierno.

ELENA
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